miércoles, 7 de octubre de 2009

Stevie Wonder.

Una flor azul aparece
Es un espejismo de la sed

Hace estragos con la ansiedad
Con unas inconcientes sonrisas
Que torpes desde lo candido intentan algo
Comunicar

Acoger en el delirio
En la locura del viaje
Sin timón, resplandeciente y opaco a la vez
De libertad.

Para abrir los ojos como aerolito
Hacia el cielo después del descalabro
Y la ferocidad

Existe un sosiego en el centro de
La calamidad
Algo adentro que acaece, como un crack.

Se ve la lluvia golpeando los trenes
Nortinos, que como fantasmas
Que como milagros, mojan también
Tu poca ropa

Hay algo físico que tensiona tu cuerpo
En la caminata
Un dejarse en pedazos balbuceando
Tu disponibilidad para casi todo

Si no fuera por el temblor
Con que te llama la muerte
El amor

Un reptil hambriento del color
Del olvido desparrama el poco futuro que pensaste
Y los años de la voluntad
De pérdida,
Del perderse, como un vicio
Como un irse hacia abajo
Y tocar lo sublime desde algo parecido
Si no igual, al abismo

En las carreteras grises, como animales huyendo en estampidas
Los anhelos se desesperan, se multiplican

Surgen guerras en la imaginación
Con sus mártires
Sus muertos
Sus horribles desgracias
Se hace un silencio
Del tamaño del desierto

Y el espacio no tiene un fin
Legible
Un sentido real real
Se fecunda la razón entonces, en símbolos
Que varían como las estaciones
Nacen tormentas y un sol terrible
Por lo bello brillante aparatoso
Hay calles descomunales
Que se desintegran en estas luces llenas de lujuria

Enfermedades ávidas de bocas
De lenguas
Que sanen su exceso
En el precipicio de una cama gastada

Una fiebre por extraviarse
Entre mesas
Por donde solo oyes murmullos, directo
A tus oídos, como secretos
Como un tintinear de vasos
Quisieras abrir el misterio
El futuro sideral
Tragarte los venenos de la esperanza
Por que nunca esperaste nada de la vida
Y por que piensas que todo es verdad.