martes, 26 de abril de 2011

Panfleto


Si describiera bien la tarde
En que muerto iba y venia
A mi la rara armonía
Que desoigo
Siempre que la suerte
Se pone en contra mía,
Cuando descanso en los
Pórticos del sueño
Y no alcanzo a la mujer muerta
En el pozo de mis deseos,
Podría enmudecer de frio
Quedar anclado al brillo opaco
Y oprimir mi pecho
De terror y violencia.
Tantas veces quieto
Y solo vivo por lo que se mueve
La fascinación
Del viento
y nada mas
la fascinación
del péndulo, y nada mas
entonces
la tarde cae en la ciudad
su luz naranja por todos los edificios
y la sombra de un pájaro
llamado Gonzalo Rojas
me dice que la poesía chilena
es un elefante blanco
de viaje al polvo.